Para muchos el retomar el tema de la planificación es como llover sobre mojado, sin entender que muchas veces del dicho al hecho existe un largo trecho y que aunque hayamos realizado miles de planificaciones , no significa , en modo alguno, que lo estamos haciendo de la forma correcta. Es importante replantearnos que estamos planificando, cuando lo estamos haciendo, como lo estamos haciendo y que estamos logrando.Planificar es una tarea fundamental en la práctica docente porque de esta depende el éxito o no de nuestra labor , además de que nos permite conjugar la teoría con la práctica pedagógica.
No es transformar la planificación en una actividad mecánica,porque hay que cumplir frente a la Dirección del Centro Educativo y frente a los diversos estamentos de supervisión educativa, sean estos de tipo distrital, regional o nacional , porque de ser así, esta no coincidirá del todo con el desarrollo de las clases en la práctica.
La clave está en comprender la planificación como un “modelo previo”, que nos permite pensar en la práctica docente que nos viene de la experiencia de años anteriores, a fin de mejorarla en futuras oportunidades y no como una imposición.
La importancia de planificar radica en la necesidad de
organizar de manera coherente lo que se quiere lograr con los estudiantes en el
aula. La planificación es un momento de reflexión, que permite pensar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ordenándolo, estableciendo propósitos, distribuyendo contenidos en espacios temporales, eligiendo herramientas y técnicas; y seleccionando estrategias de evaluación. Esto implica tomar decisiones previas a la práctica sobre qué es lo que se aprenderá, para qué se hará y cómo se puede lograr de la mejor manera.
Es que una debilidad en las Prácticas docentes, en el ámbito de la Planificación de Aula, no nos permitirá asegurar el éxito en el aprendizaje de todos los distintos alumnos y para evitarlo, indiscutiblemente que habrá que retomar una y otra vez este tema y reflexionar sobre el porque tenemos la necesidad de actualizar y potenciar nuestro accionar en el aula, realizando planificaciones eficaces y efectivas.
Definitivamente que se hace necesario que aprendamos a llover sobre mojado y nos autoevaluemos una y otra vez sobre como planificamos nuestra practica docente y veamos si lo estamos haciendo de la mejor manera!
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