Llegue a la docencia por mi innata inclinación hacia la enseñanza del arte, no fue algo planificado. Me forme académicamente en artes, soy arquitecta y como tal amo el arte en todas sus expresiones, por lo que ser docente en esta área es una forma de compartir lo que amo. Reflexionar sobre mi incipiente carrera en la docencia y contestar estas preguntas basadas en ellas, es cosa fácil, dado que no importa el tiempo si la experiencia ha sido gratificante. Esta asignación me invita a reflexionar haciendo el inevitable alto que implica hacer en el camino, hacer una retrospectiva y desde luego , me brinda la oportunidad para que como docente, además de reconocer las contradicciones, las equivocaciones y los aciertos que he tenido , me proponga, tras el exhaustivo análisis de los aspectos que encuentre, una mejoría ulterior.
Es tomar distancia de mi propia práctica porque de esa manera pueda observarla de manera similar a como la perciben los demás, y al mismo tiempo que me ubico e involucro con ella personalmente, para analizar las actividades que realizo en función de la educación de mis alumnos y de mi propio proceso formativo.
Preguntas de reflexión
1).- Identifique uno o dos episodios de su vida laboral como profesor.-
a.- Descríbalas
1.-Uno de esos episodios como docente que recuerdo, es la de una niña que en una prueba de talentos que realizaba con el fin de seleccionar el elenco que participaría en una de mis producciones artísticas , note su presencia dentro de un nutrido, bullicioso y entusiasmado grupo de niños quienes esperan expectantes ser seleccionados gracias a sus condiciones artísticas, todos querían ser escuchados, todos querían mostrar sus habilidades con la excepción de una niña de grandes ojos quien me miraba con temor esperando el momento de ser audicionada. Cuando le llego su turno se echo a llorar porque le embargaba un pánico escénico grande. Tuve que acercármele y explicarle que todos los niños tenían un talento especial y que sus ojos me decían que el de ella podría sorprenderme, que todos allí queríamos ver que era capaz de hacer. Sus gritos se agudizaron y tuve que sacar todos los niños para permanecer solo con ella, calmarle, y darle la seguridad de que ella, sea lo que fuere que hiciera, lo haría muy bien. Después de muchas sesiones de trabajo, logre incorporarla al evento de forma tal que pronto se convirtió en una de las estrellas principales y fue tal la sorpresa de sus padres el día de la producción, al ver las condiciones artísticas que su hija tenia y que desconocían por lo tímida de la niña que , todavía hasta el día de hoy, cuando nos encontramos , me exclaman su agradecimiento porque la niña había dado un cambio radical , ya no era la pequeña insegura y tímida , sino que era consciente de su gran capacidad artística y utilizaba esto para transmitir sus emociones .
2.- A la par de mi trabajo de arte y cultura con pequeños, también trabajo con adultos en otra institución y eso me ha dado la oportunidad de visualizar dos escenarios de enseñanza- aprendizaje distintos. La otra anécdota que podría compartirles se dio precisamente en un taller de emprendedurismo con personas adultas. Era mi primer grupo en donde había personas muy distintas unas de otras, era muy homogéneo. Allí tenía el jovencito recién salido del bachillerato que quería iniciar un negocio para poder costearse la universidad, también tenía la madre soltera que quería iniciar su proyecto desde su casa para mantener su familia, el señor mayor que tenía unos ahorritos y quería dejar su trabajo para independizarse, una madre con su hijo quienes habían venido de retirada de Europa con unos ahorros y querían poner una empresa, en fin, un grupo de personas diferentes, con objetivos diferentes. El objetivo de ese curso, era ofrecerles las herramientas y las pautas para que las ideas de negocios que llevaran allí, se materializaran. Una de estas personas tenía serios problemas para encajar en el grupo porque su grado académico estaba muy por debajo del resto. Eso hacía que se sintiera incomoda, menospreciada y con la idea de que nada hacia allí porque no estaba al nivel de los demás. Siempre ponía una excusa para las asignaciones, y aunque tenía un interés visible por las clases que allí recibía, tenía cierta renuencia a la hora de participar en clases. Cuando me detuve a evaluar el porqué de su actitud, y me acerque y conocí sus inquietudes, me acerque y me interese por su caso en especial, pude descubrir que estaba pasando y entonces utilice estrategias didácticas de forma tal que toda la información que allí recibían los demás, llegaran a ella de una forma más digerible, sencilla y acorde con su escasa preparación académica. Su alegría fue tan grande al ver que me había detenido y preocupado por ella en particular, que de inmediato pudimos todos apreciar el cambio en el aula, los compañeros sirvieron mucho de apoyo y al finalizar el taller, fue de las primeras personas que pudo materializar su idea. Cada vez que paso por su negocio de empanadas, nunca falta esa fundita de empanadas como muestra de agradecimiento y con una sonrisa en su simpático rostro, la exclamación, “Profe llévese esas empanaditas riiiicas hechas especialmente para la responsable de que hoy tenga mi negocito y de que aprendiera a estudiar, ya hasta le ayudo a mi nieta a hacer las tareas”. Da una enorme satisfacción saber que tanto puedes, a través de la docencia, cambiarle la vida a una persona.
b.-¿ Que aspectos de mi vida personal/Institucional/interpersonal/social/didáctica/valoral influyen en mi práctica docente?
Creo que mi práctica docente se ve influenciada indefectiblemente por mi personalidad, mi forma de ver la vida y de valorar las personas. No puedo desligar lo que soy de lo que como docente oferto. Quién soy como docente fuera del salón de clases, qué representa para mi, mi trabajo en mi vida privada y de qué manera ésta se hace presente en el aula, son aspectos que cobran importancia. Entiendo que soy una afortunada de que las circunstancias me permitieran tener el privilegio de aparte de ser arquitecta , también ser docente. De igual manera soy muy respetuosa de la institución para la que laboro y eso se ve reflejado también en mi práctica. Cada aspecto de mi vida se ve reflejado quiera o no en mi practica dado que cada uno de estos aspectos dan como resultado una compleja trama de relaciones que afectan involuntariamente mi práctica docente.
La consecuencia más importante de esta compleja trama de relaciones que vivo como docente es que, tarde o temprano, confluyen en una labor que se desarrolla cara a cara con mis alumnos, quienes me hacen entrar en contacto a su vez, con sus propias condiciones de vida, así como con sus características culturales y sus problemas económicos, familiares y sociales particulares.
2).- ¿Qué características de mi institución influyen en mi práctica docente?
Un profesor pertenece a una institución educativa. Cada colegio, cada escuela, cada universidad, cada institución educativa es un mundo. A mí en realidad lo que más me interesa es la docencia y el contacto real con el alumnado. Pero un profesor pertenece a un centro educativo que tiene sus problemas, sus intereses y sus objetivos. Una parte importante es el equipo directivo, de la buena gestión de centro, dependerá la influencia positiva de esta en tu práctica docente.
Afortunadamente donde yo he dado clases (El INFOTEP ) los equipos directivos han sido muy buenos.
Hay instituciones educativas muy complejas, con conflictos personales, luchas de poder, posicionamiento y control político, problemas de disciplina, falta de recursos, etc. Es lógico, pues donde hay personas hay conflictos, pero la gestión de una institución educativa es un tema complejo. Los centros educativos, no importa la índole, especialmente en instituciones mediocres, son fuente de intrigas y mediocridad, pero te guste o no, perteneces a esa institución y hay que aprender a manejarlo. Gracias a Dios ,no es mi caso.
3).- ¿Cómo el clima escolar de mi institución influye en mi practica?
Trabajo como facilitadora de emprendedurismo y diplomados en el INFOTEP y para nadie es un secreto lo organizada que es dicha institución donde se exige estándares de calidad tanto del alumnado como de los facilitadores, para poder cumplir con la norma internacional de estándares de calidad ISO 9001, por quien está certificada. Existen reglas que hay que cumplir, por lo que la responsabilidad, la puntualidad, el respeto, son valores indispensables para la práctica docente dentro de esta institución. Y ese clima de organización, respeto por el alumno,por la diversidad se refleja en mis clases.
4).- ¿Qué demanda actualmente la sociedad al quehacer docente y que me implica ello a mí personalmente?
Para enfrentar el cambio y los desafíos que nos plantea la sociedad del futuro, niños, padres y educadores debemos caminar juntos hacia el siglo XXI, para educarnos unos a otros y así encontrar el sentido de ser alumno, profesor o padre, y realizarnos como persona. Para lograr la transformación se hace necesario dar atención a diferentes áreas, como son: la comunicación, las estrategias metodológicas, la función facilitadora; así como las tres dimensiones fundamentales personales, el saber, el saber hacer y el ser.
La educación tradicional y vertical, es decir, el profesor que sabe enseña al alumno que no sabe, tiene muchas limitaciones. Cada alumno, dependiendo de su motivación y capacidades, tiene mucho que aportar e incluso que enseñar. En mi caso personal yo he aprendido mucho enseñando y he obtenido mucha información de alumnos, tanto en temas nuevos como en corregir mis propios errores. El cambio importante está en el acceso a la información pero una cosa es tener la información y otra el conocimiento. Decidir por el conocimiento significativo, el desarrollo de la capacidad reflexiva, critica y creativa lo que implica desarrollar valores, la conciencia social y política para que el alumno tenga las herramientas para entender su entorno, transformarlo en pos de una sociedad nueva y mejor, sería lo más idóneo.
5).- ¿Cuáles son los dos valores más importantes que creo estar formando en mis estudiantes mediante mi practica como docente? Ejemplifique en prácticas concretas como los forma más allá de los “decires”.
La libertad sólo se consigue con el conocimiento y el conocimiento debe estar basado en los valores que la sociedad ha perdido como el respeto, la responsabilidad, la cooperación, la tolerancia y fundamentalmente el amor hacia lo que uno ha decidido realizar. Ahora bien, está claro que para poder hablar de transmitir o formar en valores debimos haber crecido con ellos, Cuando estoy frente a un grupo y en mi papel como docente, mi forma de ser, es lo que me caracteriza. Tuve la suerte de crecer en un hogar estable en donde la formación en valores era el norte en la educación familiar. Gracias a ello puedo presumir de ellos y asegurar que mi práctica docente se ve influencia por estos.
Toda acción educativa es ya una actividad cargada de valor, lleva implícitos unos valores. Ningún profesor, (y el de educación de personas adultas no es una excepción), puede pretender, sin engañarse a sí mismo, que se limita a realizar una labor de transmisión de los conocimientos que corresponden a su especialidad. Nunca se puede sólo enseñar, se educa siempre. Lo que hace educativa una acción docente no es tanto lo que consigue como resultado, sino los valores educativos que pone en juego. En la práctica educativa cotidiana con personas adultas, el docente hace algo más que dar clase: educa en valores.
Es evidente que lo que hace que los docentes seamos reflexivos, comprensivos y que cada día reestructuremos nuestra práctica, son los valores, estos influyen en las relaciones que establecemos con la sociedad y se ven modificados conforme al contexto y las interacciones generadas, los valores pueden tornarse a favor nuestro cuando tenemos relaciones buenas y favorables, de lo contrario nuestros valores se verán modificados.
De tal manera que al estar en el aula debemos, además de promover los valores, debemos ejercerlos como docentes y tenerlos siempre presentes en nuestro quehacer docente. Con lo anterior puedo decir que durante mis prácticas he procurado regirme, entre muchos otros, por el valor del respeto y la responsabilidad.
El respeto conceptualmente implica reconocimiento, validando cuestiones que hacen de manera fundamental a la moral y a la ética. A la consideración de cuestiones elementales, que entre otras limitan y preservan de manera positiva la integridad humana, de forma individual, y en términos de convivencia y coexistencia como humanidad.
El respeto es como la llave de un cofre donde se resguarda lo que somos en realidad, lo que queremos, lo que esperamos, las propias certezas, esa fe que nos caracteriza, ese amor que nos mueve, esa mirada que reconoce cuanto queremos para nosotros y para los demás.
El respeto es sólo una envoltura, quizás si recuperamos cuanto debe contener, hallemos a diario eso que tanto necesitamos y esperamos encontrar en nosotros mismos y en los demás. Propiciará un ambiente favorable para cualquier tipo de relación que se dé entre compañeros, dando como resultado una interacción más continua y estrecha entre compañeros y docente.
En lo que consta a la RESPONSABILIDAD, La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
En la vida, la responsabilidad personal proviene de muchas fuentes previsibles e imprevisibles, e implica asociarse y participar, comprometerse y cooperar.
Quizás la única manera de compartir con los alumnos los valores básicos en los que creemos es mostrar, con nuestra práctica cotidiana, que esos valores son algo más que una hueca moralina con la que es fácil quedar muy bien: son algo tan importante que, en lugar de hablar de ellos, preferimos mostrarlos en nuestra actividad cotidiana. El facilitador es un orientador con prácticas de enseñanzas flexibles y participativas que llevan el proceso de tal manera que los participantes asuman de manera progresiva niveles de participación, responsabilidad y control de su propio aprendizaje.
Lo que al final cuenta para educar en valores es el clima que intentamos crear y que no puede lograrse si no somos capaces de asumir un compromiso firme en torno a unos valores básicos compartidos y expresados en nuestra práctica educativa docente. Las herramientas didácticas que utilizo con ellos son dinámicas, reflexiones y el dialogo potenciando las opiniones, los trabajos y experiencias.
Los escenarios pedagógicos propicios para la formación de personas felices deben estar enmarcados en un contexto de amor, de valores, de conocimiento y de experiencias significativas. Estas cualidades sólo las ofrecen docentes que las posean y las transmitan. Un docente de alto nivel debe capacitarse y actualizarse académicamente, estar inmerso en los avances tecnológicos, saber de actualidad social pero lo más importante es saber preservar y practicar los valores aprendidos. Es imperante no olvidar que el buen ejemplo vale más que mil palabras.
El arte divino de enseñar se encuentra en saber utilizar los recursos que están a nuestro alcance para potenciar las posibilidades de un aprendizaje que sea realmente significativo. En estos momentos estamos viviendo una etapa de transformación de la forma en cómo los estudiantes aprenden y los maestros enseñamos, hoy día hablamos de una educación colaborativa, en donde compartimos y aprendemos conjuntamente en el proceso educativo. Eres Ana una persona luchadora e innovadora, éxitos es lo que te deseo.
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